lunes, 25 de enero de 2010

Ya solo me falta casarme

Arraigado en nuestros primeros pasos, y nuestros primeros juegos, está esa educación de padres y resto de familiares, que a fuego nos marcaron una serie de normas morales, las cuales arrastramos y muchas de ellas son motivo de la mayoría de frustraciones, y hasta me atrevería a decir de muchas depresiones, al ver que no hemos conseguido, lo que se esperaba de nosotros, que no tenemos lo que sería normal a nuestra edad.

Para ser un hombre de bien, hay que buscar un empleo y trabajar duro, da igual el contrato que tengamos, ya sea precario o abusivo, nosotros debemos ser un ejemplo de trabajador incansable, ahorrar para formar una familia, tener hijos, y criarlos.

Lo suponemos todo como algo de película, debe hacernos feliz ese trabajo, que muchas veces resulta que solo acudimos a diario, para tener una nómina a fin de mes, y si nos portamos bien, no es por otro motivo que simplemente para ir renovando el contrato.

Todo se complica si el trabajo nos satisface o por el contrario nos desagrada, en el primer caso descuidaremos la familia, y en el segundo, esperaremos que nuestros vástagos, y nuestra pareja nos den la felicidad anhelada.

Si nos satisface, seremos alguien y nos sentiremos útiles, valorados o alguna especie de mezcla de lo anterior, sin embargo llegaremos a casa, a un hogar que no podemos cuidar lo suficiente por la dedicación diaria, y sentiremos que no hemos alcanzado esa vida tan bonita que esperábamos tener.

En el caso contrario, será madrugar para estar deseando la hora de salir, para llegar a una casa, la cual nos puede dar alegrías pero también penas, o estamos de alquiler, con lo cual todo el mundo nos recordará como tiramos ese dinero al no ser propietarios de nuestra vivienda, pero si la hemos comprado, estaremos bastantes años ahogados por una hipoteca que a duras penas podemos pagar, y si lo hacemos es a base de privarnos de todo lo prescindible.

Si hemos sido bendecidos con descendencia, añadamos los problemas de buscar colegio, de comprar libros y lo que no son libros, de llevar por el camino recto a esos enanos dueños de la razón, que no comprenden como deben hacer lo que no quieren, listos son cuando hacen lo que no deben con tal de disfrutar, de divertirse. Pero ahí estaremos nosotros para llevarles por el buen camino, ese que nos ha llenado de frustraciones, pues sin saberlo desde pequeños les inculcaremos nuestros “valores”, nuestros “principios”, que no son más que las leyes que hacen que funcione esta sociedad de almas arrastradas siguiendo a las demás, en un deambular continuo, diario, repetitivo, por la mañana trabajar, sufriendo caravanas si usamos el coche, o apretujones y malas olores los que se decantan por el transporte público, unos y otros tienen que desplazarse, para luego regresar por supuesto pasando por los mismos problemas, repitiendo todo eso por costumbre, los días, las semanas y los meses.

Tenemos un concepto del trabajo que leíamos en los cuentos, donde todo el mundo hace lo que le gusta, o le gusta lo que hace, y así sigue nuestra vida viéndolo en películas, pero la verdad es que el trabajo perfecto escasea y es como buscar una trufa en el bosque sin la ayuda de un perro amaestrado a tal efecto.

Durante nuestra adolescencia buscaremos nuestra media naranja, buscaremos la persona perfecta, y no la encontraremos, dicen y no se equivocan que la mitad de matrimonios, terminan en divorcio. Y eso después de pasar por no se cuantas relaciones infructuosas o incluso destructivas, todo por buscar las mil cualidades que se supone que deseamos en nuestra pareja perfecta.

Nos pasamos media vida buscando la felicidad, con cada intento de emancipación, búsqueda de trabajo, o esa pareja que pensamos colmará nuestras expectativas, buscamos una vida y nos damos cuenta que para pagarla debemos prescindir de mucho, nos hacemos los duros, y nos lanzamos al vacío, encontramos un trabajo, después otro, y por muy seguros que nos creamos sabemos dentro nuestro que la seguridad no existe, y siempre nos pueden dar la patada en nuestras posaderas, y si todo es difícil, la pareja requeriría un capítulo entero. Una relación tras otra, seguimos intentándolo, poniendo menos o más por nuestra parte, deseando que funcione, disfrutando unos primeros meses de auténtica felicidad, hasta que abrimos los ojos, y nos damos cuenta que de nuevo nos hemos vuelto a equivocar, contamos los años no por celebrarlos, sino porque van pasando sin conseguir, lo que nuestros progenitores esperaban de nosotros, todo aquello que nos inculcaron de pequeños, vemos pasar los años de trabajo en trabajo, o en paro, pensando…

Ya solo me falta casarme!!!

jueves, 14 de enero de 2010

Blanca y hermosa

Blanca y hermosa vigilas mis tardes para acompañarme toda la noche, entre esa soledad agradecida, que convierte el aburrimiento en el placer de ver el transcurso de las horas, de dejar volar los pensamientos, horas nocturnas de poco movimiento y ningún ruido, horas tranquilas que compartes con todo aquel que quiera admirarte, horas nerviosas de aquellos que cierran los ojos para no verte, deseando ser recibidos por Morfeo tornando su deseo nervioso en la negación de ese pasaporte al mundo de los sueños, viendo el tiempo en el reloj sufriendo en su lento avance.

Blanca y hermosa te dejas ver por todo aquel que desee admirar tu belleza, y nos regalas la libertad del pensamiento, pues es en este momento cuando sin colas por nada, sin esperar ningún evento, sin desear nada que tarda en llegar. Es este instante cuando nuestra mente puede ser libre, sin ataduras, disfrutando el regalo del tiempo no perseguido, del minuto que no importa, restan muchos hasta que tu compañero inicie la aurora y encienda los interruptores del resto de mortales, mas no por ello hay ninguna prisa, el sosiego lo invade todo, y la ausencia, la poca actividad, es recibida como un regalo.

Blanca y hermosa… sigue tiñendo mis noches con tu esplendor, con tu sonrisa figurada, sigue regalándome estos momentos eternos, mañana volveré a buscarte.

miércoles, 13 de enero de 2010

Ahorrar es malo?

En las noticias se habla de la caída de ventas de automóviles, en el menor gasto de las familias, pero el mismo tiempo y aunque parezca curioso podemos leer que los mismos españolitos aumentan el ahorro.

Podemos entender que si no se venden coches, hay gente que puede irse al paro, si no se venden algunos artículos, las personas que dependen de su manufacturación, transporte, venta, verán mermados sus ingresos, o incluso peor, les puede acechar el fantasma del paro, que ya no es un simple espejismo sino una realidad tangente, que afecta al 18% de la población activa.

Pero es todo eso real?

Si el ahorro se ha incrementado, es una simple resta, ingresamos más de lo que gastamos, y como hormiguitas nos hacemos con una reserva por si esto empeora o para tiempos mejores, para comprar dentro de un año o de dos, o ahorrar no por simple acumulación sino para cuando haga falta.

Se puede considerar cierto el dato del paro? yo pienso que no pues habría saqueos por todos lados, los atracos se convertirían en el único medio de vida de mucha gente, solo puedo imaginar, un estado de caos y terror en las calles.

Sin embargo el único caos que he visto, ha sido el de las rebajas, todo lleno de gente comprando, personas con bolsas por las calles más comerciales, y que decir de las caravanas para llegar al centro comercial, o las colas interminables para ir simplemente a cenar.

Si esto es una situación de crisis, no quiero pensar que sería una situación de bonanza económica, la misma caravana pero ya desde la puerta de casa, todos con coches nuevos, móviles último modelo, y cenando en la barra de los mejores restaurantes si tenemos “suerte”, no habría tallas de esa prenda de ropa que buscamos, porque todo estaría agotado.

No quiero afirmar que no haya gente que lo pasa mal, pero pienso que hay mucho parado que se ha apuntado para cobrar algún subsidio, o para encontrar un empleo con el que complementar la economía familiar, unido a otros muchos que están percibiendo el paro que les pertenece por haber trabajado.

Y todas estas ayudas, subsidios o prestaciones económicas para atender a los menos favorecidos, no son tales, son mini-flotadores para que todas esas familias paguen sus deudas y no desequilibrar totalmente el sistema, principalmente el sistema bancario, es un simple parche mantenido por los que aun tienen un empleo, y creado por un gobierno que está gastando el dinero que no tiene, creando déficit, subiendo impuestos que solo hacen que disminuir el gasto, y a menos compras, más sectores en crisis, y más paro, más personas que exigirán lo que les toca, y que se pagará con dinero que como digo no se tiene.

Ahorrar es malo? Para nada, es un triunfo de los que pueden hacerlo, y más bajo la soga de unos gobernantes que para sostener el sistema bancario, y las principales empresas del país, reparten dinero creando deuda pública, que pagaremos los próximos años, y solo cuando se estabilice esto, algunos sacarán sus ahorros y levantarán un país, generando empleo, y por consiguiente más personas que empujarán la economía la cual no remontará por una política económica adecuada, sino que nos hará tocar fondo, y seremos nosotros mismos los que con nuestros ahorros arranquemos de nuevo el motor del país.

Para que luego digan que es malo ahorrar y no consumir, porque como no ahorren unos cuantos, en unos años nos vamos todos a tomar por xxxx